Caminando por el valle
- By G. Padilla
- 10 ago 2015
- 2 Min. de lectura

Muchas veces nos vemos rodeadas de situaciones difíciles. Quizás la vida se nos empieza a tornar de tonos grises, y es ahí cuando decímos: ¿Cómo me levanto?, ¿De dónde saco fuerzas para continuar?
Sbes, no importa cual sea tu creencia o religión. Todas necesitamos poner un alto en el camino y determinar que en nuestras fuerzas no podemos conseguir las cosas, siempre vamos a necesitar de un soplo de amor y de dirección que nos lleve por lo lugares correctos, y ese soplo mágico sólo puede venir de Dios.
Para llegar a los lugares más altos necesitamos caminar primero por los valles, dónde no todo es fácil, dónde muchas veces lloraremos, y hasta analizaremos dar vuelta atrás. Pero no es en la comodidad ni en el confort donde hayaremos el éxito. Necesitamos ser formados por esas situaciones difíciles, para que cuando lleguemos a ese lugar alto, podamos ver la majestuosidad del paisaje, podamos respirar detenidamente, y ser agradecidos hasta por lo más pequeño.
Tu valle puede ser ese problema matrimonial que enfrentas ahora mismo, puede ser la rebeldía de uno de tus hijos, puede ser el mal momento de tu negocio o de tus finanzas, o puede ser que te sientas sola y ahora mismo no veas el proósito de ese valle. Muchas pueden ser las causas de tu valle, pero solamente una es la salida, es que junto con la prueba, Dios nos muestra la salida, y solamente entregándole a él nuestras cargas, podremos sentir ese abrazo ayudador, que Él como Padre, nos quiere dar en este día.
No todo está terminado. No es el fin de todo. Cada vez que una nube gris descarga su lluvia y se va disipando, podemos ver lo azul del cielo que nos anuncia que algo nuevo está por venir.
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